Adiós electricidad, luz y calefacción
Nuestra pobreza es invisible. Si en estas fechas no se encendiera el alumbrado
navideño porque la administración no pudiese pagar la tarifa de la electricidad, veríamos la noticia en las portadas de los
periódicos, en la apertura de los informativos en televisión. Todos pondríamos
el grito en el cielo. Si, en cambio, en mi casa no puedo encender la luz, poner
el radiador o la lavadora parece ser que esto no importa. Aunque tal situación
afecte ya a un 10% de los hogares del Estado, unos cuatro millones de personas. Lo que no se ve, no cuenta.
La pobreza, hoy por hoy, ya no
solo implica no tener trabajo, no llegar a fin de mes, no poder pagar la
hipoteca o el alquiler sino, también, no poder prender la luz, tomar una ducha
o encender la calefacción. Es lo que se llama pobreza energética. Y según la
Asociación de Ciencias Ambientales, sus consecuencias son: más problemas de
salud, peor calidad de vida y muertes. "Se estima que la pobreza
energética es responsable en España de entre 2.300 y 9.300 muertes prematuras”,
afirma la asociación. Defunciones que, todo indica, no cuentan.
Y no cuentan porque ante una situación de
emergencia social, como la descrita, vemos que el precio de la electricidad no
hace sino aumentar. Así se ha anunciado este jueves: el recibo de la luz subirá
en enero un 11,5%. El Gobierno, una vez más, agacha la cabeza ante las empresas eléctricas, anteponiendo los intereses económicos de estas a las
necesidades básicas de las personas como no pasar frío en invierno, cocinar o
encender la luz. La usura del capital no sabe de principios ni tiene moral.
En los últimos diez años, el recibo de la luz se ha
encarecido un 78% y el precio del kW un 119%, según datos de FACUA,
"gracias” a las políticas de liberalización del mercado llevadas a cabo
tanto por el gobierno del Partido Popular como del PSOE. El oligopolio de las
eléctricas es, en definitiva, quien dicta las Leyes del sector, y así nos va.
Si no puedes pagar la factura, adiós electricidad, adiós luz, adiós
calefacción. No importa si no tienes ingresos. El PP ya rechazó, en su momento,
una tregua invernal para las familias más desfavorecidas. Me viene ahora la
cabeza el eslogan de campaña de Mariano Rajoy en las últimas elecciones:
"Súmate al cambio”. Entonces, se "olvidaron” de explicar en qué
consistía exactamente el cambio. Dudo, de haberlo hecho, que hubiesen ganado.
Si nos quitan el agua, la luz, la electricidad,
como a muchos han quitado, también, sus casas, no nos quedará otra opción que
tomar lo que es nuestro. Así lo han hecho durante años diversos movimientos
sociales en países del Sur reconectando a aquellos a quienes han cortado
servicios esenciales. Lo vemos, también, ahora aquí con la Obra Social de la
Plataforma de Afectados por laHipoteca, ayudando a quienes
se han quedado sin hogar, mientras miles de viviendas se encuentra vacías y en
manos de bancos. Unos amigos míos ya lo han puesto en práctica y ponen a
disposición de quien lo necesite sus "manualidades”. Les animaré a dar un
taller, creo que se agotarán las plazas. Tomado de Adital, el 19 de diciembre de 2013
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