La entrega de la industria eléctrica, y la alternativa
Antonio Gershenson
Aunque el gobierno mete la pata en lo del petróleo en estos días, es
momento de ocuparse de la industria eléctrica también.
Cada vez más se genera la electricidad
por empresas privadas, sobre todo extranjeras. La más abundante es la que se
vende a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a precios carísimos, y que se
produce con gas natural.
También hay otras plantas. El
autoabastecimiento real, que nunca se prohibió porque no va al servicio
público, debe considerarse aparte. Pero hay empresas eléctricas que venden la
electricidad a otras empresas privadas, directa o indirectamente
En la Constitución se dice:
Corresponde exclusivamente a la nación
generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que
tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se
otorgarán concesiones a los particulares y la nación aprovechará los bienes y
recursos naturales que se requieran para dichos fines.
En la CFE hay la manía de usar, en el
Área de Control Central, plantas de gas natural, ciclo combinado, como se ha
hecho en otros lados. Además de los problemas generales, están las pérdidas
derivadas de la altura sobre el nivel del mar y la temperatura (por lo menos 30
por ciento de pérdida). Se trae electricidad de áreas lejanas, y eso nos da un
sistema inestable, con riesgo permanente de colapso de voltaje en la zona.
Una de las alternativas al uso de gas
en el Área de Control Central es utilizar plantas muy eficientes, con
combustóleo desulfurado, con la caldera trabajando a más de 600 grados
centígrados. Estas plantas no se han instalado en este país, pero sí en varios
otros, con eficiencia de 40 por ciento y más.
Una segunda solución la constituyen
plantas pequeñas, de unos 30 megavatios, conectadas a cada subestación y con un
sistema de control. Éstas se pueden instalar más rápidamente y resolver muchos
problemas.
Estas pequeñas plantas tienen ventajas
si usamos motor diesel para impulsar el generador, porque se instalan más
rápido, porque son más eficientes y porque podemos usar combustible diesel
desulfurado en vez de gas natural. Una tercera solución, que puede tardar más
pero tiene más alcance, es la construcción de un gran número de generadores de
viento en La Ventosa, interconectados con las hidroeléctricas que ya existen,
sobre todo en el río Grijalva.
Para evitar los problemas de falta de
estabilidad que se han dado con las líneas de transmisión que vienen de lugares
lejanos, es necesario usar líneas de transmisión de superalto voltaje, 800
kilovoltios, de corriente continua. Estas líneas no las hay en México, como
algunos tipos mencionados de plantas, porque el sistema ha sido operado por
funcionarios más interesados en las mordidas que en un mejor servicio.
Una alternativa adicional es la
geotermia. En especial, en el noroeste sustituye al gas importado que los
funcionarios tienen la manía y la corrupción de traerlo carísimo.
El Mar de Cortés tiene una serie de
fallas geológicas que lo abarcan de norte a sur. La energía bajo el mar que
esto implica es gigantesca.
En una tesis de maestría del Centro de
Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada dice:
Se observó una intensa actividad
magmática debajo de las cuencas Salsipuedes Norte y Salsipuedes Sur.
Se emplean intercambiadores de calor.
Existen en México en varios modelos. En el ciclo inferior, el vapor muy
caliente sale de la zona geotérmica, se enfría al pasar por el intercambiador y
vuelve a ser inyectado hacia abajo. Los gases corrosivos de los vapores nunca
salen del ciclo.
El ciclo superior tiene siempre vapor
limpio, porque no tienen contacto con los materiales corrosivos.
Partes expuestas a material caliente y
altamente sensible deben emplear superaleaciones, que usan sobre todo níquel,
cromo y titanio, con gran resistencia química y a las altas temperaturas. En
México ya se producen estos materiales.
Debemos de considerar la generación de
electricidad con estos nuevos equipos y materiales, y compararlos con los de la
CFE.
La CFE suelta el vapor a los 150 grados
aproximadamente, lo cual implica desperdicio de energía: para sus funcionarios,
la electricidad ha sido lo único importante y no otras aplicaciones.
Las nuevas plantas deben aprovechar el
vapor en otros usos. En especial en Baja California, que tiene climas áridos, y
la orilla del mar cerca de los principales puntos con geotermia, el
desalamiento del agua del mar, para obtener agua potable y para riego
eficiente, es un uso fundamental.
ARTÍCULO DE LA JORNADA de domingo 23 de junio de 2013.
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