jueves, 1 de mayo de 2014

Segunda Carta de Juan Carlos Flores

Carta de Juan Carlos Flores Solís, preso político en el penal de Cholula, Puebla, miembro del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y del Agua Morelos, Puebla, Tlaxcala
1994- 2014, “20 años pasaron para regresar al despojo y la represión”
Quien que tenga más de 20 años recuerda 1994: la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, el levantamiento zapatista, el asesinato de Colosio y el error de diciembre.
Pero aquí en Puebla también tenemos nuestra propia historia, que marcó a la región de cholulteca: la imposición de 10 pozos de agua provenientes de Santa María Acuexcomac y San Buenaventura Nealtican y el despertar del volcán Popocatépetl.
El Gobierno entonces argumentó que la ciudad estaba en crecimiento y que necesitaba agua para la población, pero primero llegó a los pueblos con engaños ofreció dinero para comprar pequeños “cuadros de terreno” donde sabían podrían extraer día y noche agua. Posteriormente Nealtican y Acuexcomac se enteraron que esos “cuadros de terreno” eran para llevarse el agua a la ciudad de Puebla.
Los pueblos comenzaron a protestar y organizarse para evitar ser despojados de sus recursos naturales. El gobierno argumentó que el agua es de todos y que todos la necesitamos. Pero también todos necesitamos comer y no por eso nos metemos a la tierra del vecino o a la tienda a robar la comida. Porque primero hay que pedir permiso, así al pueblo también.
Todos necesitamos agua, pero sí la tiene el vecino hay que pedírsela, asegurarle que a él no le vaya a faltar, darle a cambio “algo” por el agua que nos proporciona.
Y ese “algo” que dio el Gobierno fue represión, ¿quieres dialogar? aquí tienes más granaderos para “dialogar”, “¿quieres negociar? te devuelvo a la gente que aprendí en tu manifestación que buscaba el diálogo y a cambio me das el agua. ¿Acaso eso no puede llamarse extorsión, despojo? Delitos que por cierto hoy utilizan para inculparme. Nealtican y Acuexcomac tuvieron que ceder su agua a cambio de la libertad de sus vecinos y a cambio de un papel que hasta hoy el Gobierno no ha cumplido. En la minuta de acuerdo firmada en ese entonces por Mario Marín, “el estado” se comprometió a construir diversas escuelas y obras que nunca construyó, a garantizar que el agua no le faltara a estas comunidades y lo más importante: “que si el nivel de los pozos comenzaba a bajar, suspendían la extracción del agua”Este fue el acuerdo firmado por el Gobierno y la población, un acuerdo aunque con sus deficiencias, público y legal. Un acuerdo que fue firmado por el pueblo por medio de presión ante el abuso de autoridad.
        18 años después el ahuehuete de Acuexcomac se secó, el ameyal que lo alimentaba al centro del pueblo y que atraía el turismo, ha desaparecido y se ha convertido en un basurero. Esos 800 años del Ahuehuete ya no se podrán recuperar, el daño a la economía del pueblo por la derrama que obtenía del turismo, decenas e incluso centenas de personas que se beneficiaron del ameyal ubicado al centro de la población.
        18 años después, el pueblo de Acuexcomac se quedó sin agua siquiera para lavar trastes, asearse y mucho menos alimentar sus animales. Y así cansados de recibir evasivas del Gobierno, decidieron hacer cumplir el Convenio de 1994 por cuenta propia y cerrar los pozos. ¿El resultado?
        No fue gran cosa en beneficio del pueblo, no lo que se merecía, no el cumplimiento del convenio, pero al menos, les regresaron su agua potable.
Dos años después utilizan esa acción para inculparme, señalándome directamente gente de gobernación y del SOAPAP, cuando ni yo, ni el Frente de Pueblos participamos en esa protesta legítima del pueblo de Acuexcomac.
        20 años han pasado y hoy somos tres presos políticos encarcelados por el gobierno de Moreno Valle por defender la tierra y el agua; y más de una docena de perseguidos.
        20 años han pasado y en lugar de respetar los convenios con Acuexcomac y Nealtican, hoy concesionan esa agua a empresas privadas como Aguas de Barcelona y aprueban al SOAPAP que incremente la tarifa de agua cada mes y si la persona no puede pagar, entonces será embargada por la empresa.
        ¿A eso le llaman beneficio público?
        20 años han pasado y Moreno Valle impone la ley despojo de expropiación, sin derecho a audiencia, para que el gobierno pueda hacer uso por hecho de la fuerza pública, de las tierras del campesino y el pobre, para cumplir sus compromisos económicos con empresas trasnacionales.
        20 años después a Acuexcomac y Nealtican, les quieren construir un gaseoducto que pone en riesgo a las comunidades del volcán Popocatépetl. Y aunque los pueblos hemos denunciado la ilegalidad de la obra en materia técnica, de protección civil y en la licitación económica. Para los pueblos no existe justicia. Pues mientras Elecnor y CFE defraudaron al Estado Mexicano en un proceso de licitación en 70 millones de dólares. A la comisariada ejidal de San Felipe Xonacayucan la encierran por oposición al gaseoducto y el robo de dos celulares. Pero a Elecnor, Enagas, Bonatti y CFE se les sigue permitiendo construir su proyecto de muerte.
        Compañeras y compañeros la injusticia no debe ser costumbre ni sumisión, sino al contrario debemos responder con imaginación unidad, fuerza y valor.
        Aquí en el CERESO de Cholula, “en la reja de estancia” más de la mitad de los que aquí estamos somos acusados por delitos que no fueron cometidos, por simplemente caminar por la calle o por declarar cosas que comprometen a funcionarios públicos.
        La cárcel es también un negocio para el gobierno y por eso los invito y saludo a continuar con la lucha contra el mal gobierno y por la recuperación de nuestros derechos.
no existe la libertad, sino la búsqueda de la libertad, y esa búsqueda en la que nos hace libres”
¡Gracias!

Juan Carlos Flores Solís.

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